Un informe elaborado por la Oficina de Presupuesto de Congreso (OPC) postuló los cuatro escenarios posibles que podrían atravesar las jubilaciones y pensiones, tras la derogación de la fórmula de movilidad jubilatoria propuesta por el Gobierno.
Por medio de la Ley Ómnibus, se planteó la suspensión de la actualización trimestral de los haberes. Es decir, de ahora en más, los incrementos pasarían a darse solamente por decisión del Ejecutivo a través de la firma de un decreto.
Aumento para jubilados: cómo será la fórmula que implementará el Gobierno
En el relevamiento de la OPC, se prevén diferentes panoramas con respecto a las subas en las jubilaciones. Todas ellas, teniendo en cuenta que uno de los principales slogans del Gobierno es que “la reducción del déficit fiscal no se negocia”.
Eliminación de aumentos y bonos
Una de las opciones es que no otorgue ningún aumento en los haberes ni en las asignaciones familiares, así como tampoco se oficialice la entrega de bonos para equiparar con la suba de precios. De esta manera el resultado sería:
- Las prestaciones de Seguridad Social pasarían de ocupar un 6% a un 4,5% del PBI.
- Las transferencias pasarían de un 11% a un 2% (Incluye bonos y asignaciones familiares).
- Los jubilados tendrían una pérdida del poder adquisitivo del 69%.
- La mitad de los beneficiarios ingresarían a la indigencia y un 33% en situación de pobreza.
- ANSES pasaría de un déficit del0,3% del PBI a un superávit del 2,2% del PBI.
Aumento solo para quienes perciban haber mínimo
Según la OPC, otra de las posibilidades es que solo se otorguen aumentos para aquellos jubilados y pensionados que reciban un haber mínimo. Esto mismo se replicará con un reajuste de las asignaciones familiares y provocaría un achatamiento en la brecha de haberes, ¿cómo impactaría?
- Los titulares de un haber mínimo en el primer mes no tendrán pérdida del poder adquisitivo.
- Los que reciban tres o más haberes mínimos podrían sufrir una pérdida de un 69,9% de su poder adquisitivo.
- ANSES pasaría a presentar un superávit del 1,2% del PBI.
- Se daría un achatamiento de los haberes previsionales. Es decir, en una primera instancia recibirían el incremento 45,3% de los titulares, mientras que el último mes alcanzaría a un 86,2%.
Sostenibilidad financiera
Este escenario prevé que los aumentos en los haberes y en las asignaciones familiares solo se realicen hasta el tope máximo equivalente al nivel de ingresos que recibe la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES). Es decir, según su sostenibilidad financiera.
Aumentos según la inflación
En el mejor de los casos, la OPC plantea la posibilidad de que todos los haberes previsionales y las asignaciones familiares se incrementen mensualmente, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC). En este caso, los resultados serían:
- El déficit fiscal subiría del 0,3% al 0,8% del PBI.
- Ningún beneficiario del sistema previsional nacional perdería poder adquisitivo, independientemente de su nivel de ingresos.