Llegó a Argentina una nueva vacuna contra el Virus Sincicial Respiratorio ( VSR), una enfermedad que está asociada a la bronquiolitis y otras afecciones respiratorias de los niños, pero que que puede tener consecuencias graves en personas mayores, más aún en aquellos con comorbilidades respiratorias o cardíacas.
La inoculación para la enfermedad que para gran parte de la población se manifiesta como un resfrío, ya está disponible en el país para adultos de más de 60 años. Al igual que otras enfermedades respiratorias, el virus se transmite a través de las gotas expulsadas al toser y respirar.
En la mayoría de los casos, el VSR manifiesta síntomas leves, similar a los de un resfriado prolongado. Sin embargo, en ocasiones puede afectar a bebés, niños pequeños y adultos mayores mayores de 60 años. En este último grupo, el virus puede derivar en complicaciones a causa del deterioro de las defensas del organismo como producto del envejecimiento, también llamado inmunosenescencia.
Según estudios, se considera que la mayor parte de las personas de 50 años o más presenta al menos una comorbilidad, mientras que aquellos con más de 65 años tienen al menos dos, por lo que tienen un riesgo más alto de sufrir una infección grave.
Según María Eugenia Pannunzio, médica especialista en pediatría e infectología y gerente médica de vacunas del laboratorio GSK: “Los pacientes con enfermedades crónicas como el asma tienen hasta tres veces más riesgo de ser internados por VSR, mientras que para quienes tienen EPOC, la cifra asciende a trece veces”.
Entre las complicaciones que puede producir el virus se encuentra la neumonía. “Puede dejar secuelas respiratorias que dificultan el funcionamiento pulmonar de las personas”, reconoce Pablo Bonvehí, jefe de la sección de Infectología del CEMIC, miembro del departamento científico de la Fundación Vacunar e integrante de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
La afección también puede generar disminución del apetito, estornudos y sibilancias y también puede exacerbar las enfermedades crónicas, como EPOC, asma e insuficiencia cardíaca (ICC) y hasta provocar la muerte.
Para el doctor Diego Litewka, jefe de Neumonología del Hospital Fernández, “una característica del VSR es que las personas infectadas suelen diseminar el virus entre tres y ocho días luego del comienzo de los síntomas”.
Durante la temporada invernal, su diagnóstico toma mayor complejidad dado que “sus síntomas son clínicamente indistinguibles de otras infecciones respiratorias”, afirma Litewka. “Es muy difícil diferenciarlo de la influenza o el COVID-19 porque pueden tener características similares, como fiebre, tos e inclusive congestión nasal”, agrega Bonvehí.
En el momento en que se presentan los primos indicios, es importante quedarse en el domicilio y llamar a un médico de forma inmediata. Esto es importante teniendo en cuenta las comorbilidades que atraviesa la persona y los riesgos que eso conlleva, ya que puede agravar el cuadro y provocar consecuencias críticas.
En los países desarrollados, la tasa de mortalidad intrahospitalaria del VSR ronda entre el 6% y el 8%, mientras que en los individuos que tienen más de 75 años este porcentaje se eleva a 33%.
En Argentina, se estima que en alrededor de 14.000 hospitalizaciones anuales en mayores de 20 años son consecuencia del VSR. Sin embargo, “al ser una enfermedad subdiagnosticada, por lo menos acá no hay datos epidemiológicos precisos, especialmente en adultos”, explica Litewka. Además, explica que “por tratarse de una patología no reconocida, no hay conciencia de la importancia de su prevención”.
Desde 2021 los especialistas comenzaron a denominar la temporada invernal como “tripledemia”, ya que hubo un aumento de casos de influenza, COVID-19 y VSR. Estas enfermedades respiratorias en adultos de mayor edad pueden dejar secuelas permanentes y llegar a ser mortales, por lo que es fundamental vacunarse, no solo para mitigar sus efectos negativos, sino para fortalecer al sistema inmunológico frente a otras afecciones.
La eficacia de la vacuna contra el virus sincicial respiratorio
La nueva vacuna contra el virus sincicial respiratorio fue calificada por la revista Time como uno de los mejores inventos de 2023, sin embargo, aún no fue incorporada al calendario de vacunación local.
Según los estudios clínicos, tiene una eficacia para la prevención de la infección respiratoria baja causada por los dos tipos de VSR circulantes (VSR A y VSR B), del 82,6% y del 94,6% en adultos con enfermedades crónicas. Su aplicación previene cuadros más complejos en la población más vulnerable, como son los adultos mayores.
“La inmunidad que genera la infección es débil, por lo que las personas que ya padecieron la enfermedad están expuestas a volver a infectarse. La vacunación, en cambio, da una protección mucho mayor”, concluye Litewka.