Será un aporte no reintegrable del ministerio de Desarrollo Social de la Nación, para la compra de computadoras, elementos de oficina, electrodomésticos y material para los talleres del Centro.
La legisladora María Eugenia Martini, quien estuvo a cargo de la gestión de los fondos nacionales, el presidente del Centros de Jubilados Bariloche, Ricardo Kramm, y Fernando Del Campo, a cargo del Centro de Referencia Zona Andina del ministerio de Desarrollo Social de la Nación, firmaron el aporte de 10 millones de pesos para el Centro de Jubilados Bariloche.
“Estuvimos hace unos días también con otro subsidio importante, para el jardín Mundo Nuevo, y la tarea continúa, porque es nuestro compromiso, pero además es nuestra convicción más íntima”, señaló María Eugenia Martini durante el acto formal de entrega del subsidio por 10 millones de pesos, y que permitirá la adquisición de elementos diversos y de uso cotidiano para el Centro.
En el mismo marco se entregó equipamiento para otras entidades como el Centro de Jubilados Rosa Mosqueta, el Centro de Jubilados Pinhue, La Paloma, la Junta Vecinal del Barrio Lera, la del Barrio Vivero y la del 96 viviendas.
La legisladora dijo que “mientras se anuncian recortes de aportes y programas sociales cuando asuma el próximo Gobierno nacional, desde el ministerio de Desarrollo Social, nosotros con las gestiones y las organizaciones intermedias de la Zona Andina que tanto lo necesitan, vamos a continuar con los compromisos asumidos, y la tarea de acompañar a quienes más requieren del apoyo del Estado”.
En el mismo sentido, Kramm, anticipó “mucha incertidumbre por lo que está por venir. Por eso recibir ahora estos aportes es para nosotros una caricia al alma. Nos permite comprar elementos para la administración, vajilla; equipar los talleres. Son cosas que por las nuestras, con nuestros ingresos, un hubiéramos podido comprar nunca en la vida”.
El Centro de Jubilados comenzó con sus actividades en 1984. Actualmente tiene 400 socios, de los cuales 150 concurren con regularidad a una decena de talleres que se ofrecen en el lugar. Entre ellos, yoga, gimnasia, TaiChi, estimulación de la memoria, Tejidos, biodanza e italiano.
“Nuestra preocupación para el futuro es por ejemplo que se dejen de dar los remedios gratuitos que hoy reciben los jubilados. Sin la ayuda del Gobierno, hay muchos que no pueden pagar la cuenta de la farmacia”, advirtió Kramm, “y estamos hablando de la medicación, de la salud”.
El Centro de Jubilados cuenta hoy además, con 2 médicos que aporta el PAMI, una psicóloga y una nutricionista.
Además, Kramm contó que “con lo que podemos recaudar con nuestros Encuentros Sociales (almuerzos o cenas con una contribución, abiertos a la comunidad) y los talleres que se ofrecen, más algo que nos da el PAMI para pagar los servicios, nosotros vamos muy, muy lentamente, tratando de comprar materiales para levantar una nueva sede”.
Entre otros elementos a adquirir con estos fondos previstos en el convenio, se detallan, dos computadoras, un proyector y una impresora; vajilla y herramientas; electrodomésticos, entre ellos una heladera y un horno a microondas, elementos habituales de librería y de uso de los talleristas.
“Una ayuda como ésta, nos pone el ánimo por el techo”, resumió Kramm, “porque no somos como una organización de jóvenes, que pueden esperar a que pase el mal rato y después seguir. Nosotros no. Sufrimos mucho lo que fue la pandemia y el encierro. Pero en ese momento, con dificultades, dentro de todo había apoyo del Gobierno. Ahora en cambio se anuncian recortes, y a nosotros sin ese apoyo se nos vuelve casi imposible todo”.
“Pero bueno, ya hemos vivido varias de estas, tenemos el cuero grueso, y seguir, vamos a seguir”, avisó.